En el Centro Social de Arbulo, María Victoria, Mariángeles, Ana y Epi nos contaron muchas vivencias, curiosidades y anécdotas de la vida en el concejo.
Este año se celebran 1000 años de la mención de 307 localidades alavesas en el documento de la Reja de San Millán fechado en 1025. Este año, Arbulo se encarga de organizar la romería a la ermita de San Martín de Ania. Y van a organizar una charla para conocer más sobre este documento y cómo el despoblado de Ania y Arbulo aparecen mencionados en él. Nos ha sorprendido que la ermita pertenezca al municipio de Arrazua-Ubarrundia y se encarguen de su cuidado tres concejos del municipio de Vitoria (Junguitu, Matauco y Lubiano) y el concejo de Arbulo, del municipio de Elburgo. María Victoria, que nació en Arrazua-Ubarrundia, pero lleva muchos más años viviendo en Arbulo, nos cuenta que así es, por razones históricas.
La primera luz eléctrica que llegó a Arbulo venía del molino de Mendibil. De vez en cuando se iba la luz por que se fundía el transformador o por otras averías. Y había que esperar a que el molinero fuera a reparar la avería. Utilizaban el lumbingas en la cocina, el candil para la cuadra que lo colgaban en un clavo, o carburo (que era más peligroso).
En Arbulo hubo varios hornos. Uno de ellos lo usaban tres familias. Aprovechaban el calor del horno y marcaban los panes con un cuño de madera.
A Epi le enseñó a coser la mujer del maestro, Liberia Ocio de Zambrana. Los meses de invierno aprovechaban para aprender a coser, a cortar y a hacer patronaje. Ana recuerda cómo aprendió ganchillo y punto en el colegio en Alegría. Y cómo les ponían la televisión mientras tanto (en casa no tenían televisión). Recuerdan cómo utilizaban un huevo de madera para remendar calcetines, que tenía una reja que utilizaban para coger los puntos a las medias.
Comentan que Beni, de Elburgo, hace cosas maravillosas con la ropa, que es una artista de la costura haciendo todo tipo de prendas con mucho detalle. También mencionan a Raquel, en Añua, otra artista de la costura.
Cuando nevaba, no llegaba el autobús. Ana recuerda estar una semana sin ir a clases… alguna vez con el tractor les llevaron a Alegría.
Se han recuperado muchos caminos en Arbulo. Hay cinco salidas/entradas de/a Elburgo. Aparentemente parece que está aislado, con la carretera lejos, pero está muy bien comunicado.
Hay bastantes autobuses. Y desde hace un tiempo, hay parada en el pueblo. Antes paraba en la carretera. Para ir a Vitoria, tienen la Línea 4, con una parada en Zaramaga y otra en la estación. Tienen mucha suerte de tener tanta frecuencia de buses. En otros concejos no tienen tanto servicio.
A algunas les da pereza ir a Vitoria y tener que coger el coche. Y se va a poner más complicado porque van a poner OTA en Vitoria en muchas calles en las que aparcan ahora.
En el municipio de Elburgo tienen muchas actividades deportivas, culturales y de ocio que organiza el Ayuntamiento. Sin embargo, tienen dificultades para comprar el pan. Hace 15 días que no hay panadero. A Epi, el panadero le estuvo trayendo el periódico 25 años. Es un servicio que no es rentable en términos económicos, pero sí hay una gran rentabilidad social...
Epi fue una de las primeras mujeres con carnet de conducir. Se lo sacó hace unos 60 años. En su casa su marido le apoyaba para que se lo casara, pero otras personas de la familia le cuestionaban que se sacara el carnet. Iba en vespa a la autoescuela a Vitoria y se sacó el carnet a la primera.
Mari Ángeles fue una de las primeras mujeres en ir a las asambleas concejiles. Su suegra se asombró de que quisiera ir ella al concejo. Si hay que ir, se va, fue su respuesta. Desde entonces, ella va y ha participado como vocal en alguna legislatura. Antiguamente solo participaban en las asambleas y en las juntas los agricultores y ganaderos. Eran los que figuraban y tenían a su nombre las propiedades. Afortunadamente, las cosas han cambiado y en estos momentos igual van hasta más mujeres que hombres a los concejos. Ana es actualmente la presidenta de la Junta Administrativa.
Arbulo está llena de bicicletas pintadas con mucho mimo, reutilizadas como esculturas. Algunas tienen mensajes. En este vídeo, Ana nos explica el por qué.
Comentaban las locales que bastante gente se hace fotos en este lugar, con la bicicleta y la señal del GR-38 (La Ruta del Vino y del Pescado). Así que nosotras también quisimos tener nuestra foto para el recuerdo.
Dimos un paseo por el concejo, hasta la ermita de San Lorenzo. Y bajamos hasta las ruinas del antiguo hospital de peregrinos (una lástima su estado) y de allí subimos por la iglesia, desde donde hay unas vistas espectaculares de La Llanada. ¡Un lujo pasear tranquilamente por el concejo!
Habrá que repetir, porque Epi y María Victoria se quedaron con ganas de contarnos y de enseñarnos muchas más cosas...
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