José Mari López y Pedro Alday fueron dos hombres que se opusieron a la decisión de roturar los terrenos, quitando el bosque de Gazeta para ampliar las tierras de cultivo. Del bosque obtenían las suertes de leña, era lugar de pastoreo para el ganado y un lugar de juego, paseo, descanso... Gracias a ellos, el bosque de Gazeta, está lleno de vida. Hoy forma parte de los robledales isla de la Llanada Alavesa, y son una zona de especial conservación, junto con otras pequeñas masas boscosas que también tuvieron "suerte" y no fueron taladas para ampliar las tierras de cultivo.
Pilar Mesanza nos explica en el vídeo el mural: cómo si el bosque no existiera (zona verde), ni el alcaudón ni la rana ágil ni otros animales ni flora, existiría, al convertirse en tierras de cultivo (zona amarilla y gris).
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