sábado, 28 de junio de 2025

Añua, ayer y hoy

Iglesia de Añua (joya del románico alavés) y centro social

Cuando Justo López de Arregui era pequeño, vivía mucha gente en Añua. Las familias eran muy extensas. Su familia vivió en varias casas de alquiler. A finales de los 70, vivía muy poca gente, mucha emigró a las ciudades. 

A mediados de los 80, Justo se empadronó en Añua para evitar que desapareciera el concejo, por no tener suficiente población. A finales de los 90 del siglo XX, se hizo una urbanización en Añua y vino a vivir más gente. Quedan pocas de las primeras personas que llegaron a la urbanización. Ha habido mucha rotación de gente que ha ido llegando y yéndose. Las personas tienen un ideal de "vivir en un pueblo" que no suele corresponderse, en muchos casos, con la vida real en los pueblos. La gente llega a los pueblos buscando ¿algo? que no hay en los pueblos. Los pueblos son otra cosa. Y hacer pueblo, es importante.

En Añua la vida en común se decide en el concejo. Las decisiones del concejo, en general, se toman por consenso. Hay mucho trabajo vecinal voluntario para gestionar competencias locales. Y también para recuperar elementos de patrimonio o que haya un legado a las jóvenes generaciones. Justo y Rubén Bravo son dos personas muy comprometidas con la documentación de los que fue y es Añua.

Interior del centro social con paneles informativos sobre el concejo

Antes: todo lo que se producía en el campo se consumía localmente: para el ganado y para las personas.
Ahora: la mayor parte de lo que se produce en las tierras no se consume aquí, va a cooperativas que son quienes definen qué sembrar, cómo tratarlo, cómo recogerlo...

Hoy si hubiera que trabajar en el campo como antes, no habría personas dispuestas a hacer ese trabajo.
El lado positivo de la mecanización del campo: trabajo no tan físico.
El lado negativo: de diez labradores y diez familias en el campo, se pasa a una persona de la casa que abarca y acapara muchas más tierras.

Antes, en el pueblo siempre se veía a gente. Ahora no ves a nadie
Antes la gente tenía que ir a la fuente. Era negativo (muy laborioso) y positivo (se hablaba con la gente). 

Antes muchos más espacios de encuentro (aunque no hubiera "centro social"): Ir a misa: lugar de encuentro y de reunión. Después de la misa, se hacía concejo, se jugaba a los bolos, se iba al rosario, un rato de estar juntas. Hoy hay menos fiestas y celebraciones comunitarias. Hay centro social, pero hay menos motivos por los que la vecindad dedice encontrarse. 

La gente con más arraigo en el pueblo, ha ido desapareciendo (se ha marchado a otros lugares o ha fallecido). Hoy en día es más difícil que el pueblo desaparezca. Hay muchas casas habitadas y mucha rotación de la vecindad. Pero poca vida en las calles del pueblo.


Recuerdos de infancia

El regalo de navidades era: una manzana, unos higos y unas pasas para hacer una compota.
Más tarde, les regalaban una anguila de mazapán.
Tenían muy poca ropa. Para los días de fiesta, se usaba la ropa y el calzado más nuevo.
La ropa se reutilizaba de los mayores a los pequeños

En el recreo de la escuela, iban a casa a cuidar del puchero. Dejaban la cocina prendida. Iban a echarle agua al puchero. Cuando salían del colegio y la familia volvían de la pieza, comían sobre las 13:00.

Cuando salía de la escuela por la tarde, a Justo y a sus hermanos pequeños les tocaba poner la cena y echar de comer a los cerdos, en unos calderos que ponían al fuego y se llenaba de berzas, remolachas, patatas.

Solían lavar la ropa una vez al mes. Usaban ceniza como blanqueante/lejía. El agua que salía, se utilizaba para fregar los suelos.
Cuando fallecía una persona, para desinfectar la ropa, hacían el sistema de la ceniza.

Las cuerdas de los haces y gavillotes se aprovechaban para hacer ramales (soga pequeña) y estropajos. 

Los tizones de la lumbre, los echaban a los botines para que los zapatos no estuvieran tan fríos.


Cruces y caminos

A primeros de mayo se hacía una procesión a las 4 cruces de término de cada concejo y se clavaba la pequeña encima y se bendecían los campos. Justo fue de monaguillo y le tocó clavar algunas de esas cruces en el concejo de Añua. Las cruces se encuentran en el amino del Molino, en el camino de Itxua, en el camino de Troconiz (también conocido como Troconbide, Troconizbide), en el camino de Alegría.

La configuración de los caminos ha cambiado a lo largo de los años, con la concentración parcelaria, recientemente. El camino de Itxua está más o menos como era, hasta el puente. Antes iba derecho a Andollu. Pero ahora hay una pieza. ¿Pudo ser Añua en algún momento de la historia lugar de paso del Camino de Santiago? Justo habla también del Camino de Los Arrieros. Con la llegada de los trazados de las carreteras modernas, otros caminos más antiguos quedaron en desuso. Y algunos concejos quedaron peor conectados con otros.

Cuando el ganado iba andando a la Feria de Salvatierra, pasaba por Añua y se paraba a beber agua en la fuente del abrevadero, que se hizo en los años 30 del siglo XX.

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